martes, 3 de diciembre de 2013

Cumbres del Chupadero y Manciporras

Esta ruta ha sido muy especial. Día frío pero muy luminoso. Comenzamos ya fuerte al tener que subir por el cortafuegos, pero vale la pena si luego se observan esos paisajes que nadie diría que son manchegos. Coronamos las dos cumbres, vimos madroños otra vez, unos ciervos, una familia de jabalíes con sus jabatos. Fue una ruta larga, pero al acabar tuvimos la recompensa de una comida de lo más entrañable. Coincidía que era el cumpleaños de Alfredo y eso la hizo especial. Allí hubo de todo: gambas con gabardina, oreja, manitas de cerdo (hummmm, qué ricas) y unas patatas con bacalao merecedoras de una estrella Michelín (cocinadas por Alfredo); todo ello regado con unos ricos caldos. Para terminar el homenajeado sopló las velas de sus taitantos años sobre una espectacular tarta ¿se puede pedir más, cuando todo esto se desarrolla en un ambiente de amistad y camaradería? Ya lo digo: ni el Rajá de Kapurtala tiene tantos privilegios.

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